[vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][vc_column_text]¿Alguna vez has escuchado hablar de una auditoría de obra? En este nuevo post de General Risk, vamos a empezar por lo básico: ¿qué es una auditoría de obra?
Una auditoría de obra es un proceso exhaustivo en el que un equipo experto evalúa un proyecto de construcción, para determinar si se están cumpliendo los estándares de calidad y los requisitos contractuales establecidos. Esto asegura que el proyecto se desarrolle de acuerdo con los requisitos establecidos y se cumplan los plazos de entrega.
¿Cuáles son las etapas de una auditoría de obra?
Las etapas de una auditoría de obra pueden variar dependiendo del tipo de proyecto y de los intereses de los involucrados, pero en general, se pueden seguir los siguientes pasos
- Definir los objetivos y alcance de la auditoría.
- Revisar la documentación del proyecto, incluyendo planos, especificaciones, contratos, informes de inspección, entre otros.
- Realizar una inspección en el sitio de la obra para verificar el cumplimiento de las especificaciones y normas.
- Identificar y evaluar los riesgos asociados al proyecto.
- Identificar y evaluar las oportunidades de mejora en la gestión del proyecto.
- Elaborar un informe de auditoría que incluya los hallazgos, recomendaciones y conclusiones.
Tipos de auditorías de obra
Existen diferentes tipos de auditoría de obra que se pueden realizar, algunos de ellos son
- Auditoría de seguridad y salud: se enfoca en verificar el cumplimiento de las normas y procedimientos de seguridad y salud en el trabajo en el ámbito de la construcción.
- Auditoría financiera y contable: se centra en la revisión de los aspectos financieros y contables relacionados con la ejecución de la obra, como los presupuestos, los pagos y los contratos.
- Auditoría de proyectos: tiene como objetivo evaluar el cumplimiento de las especificaciones técnicas y normas legales.
- Auditoría administrativa: se enfoca en verificar el cumplimiento de los procedimientos y normativas administrativas en la gestión de la obra.
- Auditoría reglamentaria: se centra en verificar el cumplimiento de las normas y leyes específicas aplicables, como las relacionadas con el medio ambiente o la accesibilidad.
Para terminar, desde General Risk, nos parece interesante resaltar que son muchos los beneficios que puede aportar una auditoría de obra. Desde la prevención de riesgos laborales hasta la identificación de áreas en las que se pueden ahorrar costes adicionales.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
